jueves, febrero 5

rainy and cloudy day*

Un día de lluvia, ciertamente le permite a la melancolía salir a dar un paseo. Es así que, en días cómo estos, viejos recuerdos salen a respirar a la superficie. Y, ¿Cómo nos sentimos nosotros? Eso también depende de nuestra situación actual, lo vivido, las experiencias y demás...pero creo que a todos nos pasa, que viejos amores, recuerdos fuertemente guardados se desatan en nuestra mente. Son días en que no podemos controlar el impulso de sumergirnos en ella, hasta recordar de la manera más nítida lo que de cierto modo se llevó una parte de nosotros, momentos en los cuales no había causas por las que preocuparse porque nuestra visión de la vida se encontraba embriagada por tanta alegría, felicidad. No quiere decir que ahora no lo seamos, sino que tales momentos vividos no se olvidan, quedan en la memoria.
Miramos por la ventana, salimos a la calle y sentimos las gotas en nuestra piel, entonces se desatan los viejos recuerdos, que causan diferentes reacciones dentro nuestro, por lo que pueden hacer brotar a una sonrisa o derramar una lágrima.
Aunque nos asalten los viejos recuerdos, se nos erize la piel por unos instantes, dejemos a los recuerdos en lo que son, imagenes del pasado que se tienen en la memoria.


[Yo la miro desde el fondo del oleaje del recuerdo.
Hoy la memoria es un río traicionero y sin orillas
donde uno no debiera pescar…]
Iván noble- causas perdidas

2 comentarios:

  1. Excelente.
    Siempre hay que recordar que por algo los recuerdos pasaron a ser recuerdos, en vez de futuro

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  2. Cada situacion vivida es evocada por algo especial... tal vez una lluvia, un ola rompiendo, un ave cantando... lo que si puedo decir es que traen una lagrima o una sonrisa y ambas expresiones son verdaderamente bellas.

    Siempre he dicho "no se debe olvidar nada, por que el que olvida, no aprende"

    besito

    Me encanto tu blog

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