domingo, diciembre 20

aunque no lo creas, estoy buscando amor

Mi cabeza está confundida. Me arrebatan mis impulsos. Me gusta ser impulsiva, lo disfruto, lo imprevisto viene adosado en mi forma de ser, no lo voy a cambiar. Ayer te sorprendí a vos, si a vos, despreocupado de la vida, con un llamado totalmente inesperado a altas horas de la noche, para vomitar mis ganas de aclarar la oscuridad en la que me metiste, por tus miedos, tus inseguridades que yo detoné por algunas malas decisiones.
Y te viste desprovisto de tus escudos, de tus excusas, te metiste en mi impulso, te sentiste tocado y te entregaste a mis palabras, que entraban por tus oídos para alborotar tus pensamientos por un instante. Accedés. Podía percibir en tu voz la sorpresa, la vulnerabilidad en el tono, en tus expresiones, vulnerabilidad dulce, que me permitía ver sin efecto tus engañosos manejos para hacerte el frío.
Hoy te tuve frente a mí.
Me dejaste hablar, escuchaste mis ideas, mis proposiciones, me dejaste fluir. Sin embargo, otra vez tuve que sorportar tu dureza, tu frialdad, el espacio entre nosotros aunque tal vez quisieras decir lo opuesto a lo que tu boca y cuerpo expresaban porque te debatiste continuamente entre los deseos de tu corazón y lo que tu mente armaba con las palabras.
Sólo me dijiste cosas que ninguno de los dos creeria porque supimos claramente desde un principio que al acceder a tenernos frente a frente, fue por algo. nuestros ojos vomitaban otra verdad que las palabras no se animaban a decir. Nuestros cuerpos no podían aguantar las ganas aunque nos mordimos la lengua para callar el deseo. No tuviste el coraje de sostenerme la mirada por más que un instante, aunque tuve una sola que me recorrió por completo, que me hizo sentirte cerca otra vez. Sentí el reclamo en tus pupilas, pero la negación entremezclada con tus palabras. volviste a mentir, algo que te sale tan bien. Pero entre tanta confusión, dejaste claras tus ganas de sentirme, de tocarme.. tu ambiguedad me gritaba algo, algo que al princpio me hizo sentir vacía, inundada de dolor pero que luego mostraba cierta luz. tu inseguridad, negacion al pensamiento de un posible encuentro, me susurró que todavía hay chispas que el viento no pudo apagar.
Quizás el cierre no fue lo que esperaba, dado el comienzo de la conversación.
No me cortás el mambo, me contás de tu sorpresa por mi llamado. no me decís que no queres saber más nada que la cortamos acá, me decís que la vamos manejando. fui en busca de claridad y me encontre con muchas dudas, tus dudas. Entre tantos planes y acontecimientos, nos esperamos en paradas extrañas pero que tienen una señal marcada para el otro. Pudieron haber malas decisiones, malos manejos, desencuentros y dolor, pero si hay calor como el que hubo en el abrazo que hoy me diste, entonces en alguna parte de mi ser, todavía espero tus caricias y alguna sonrisa para aliviar todo este mambo que se generó.
Ya no entiendo de significados y definiciones. Te aclaré no busco etiquetas, ni presiones lo único que busco, es un poco de amor.

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