domingo, marzo 7

La oculta verdad

Ya no esperás que te jueguen limpio nunca más.


Saber la verdad puede ser devastador, te puede hundir en lo más hondo del abismo y arrastrarte por sus profundidades hasta que entres en la más dolorosa agonía; también puede ser que te abra la cabeza, te desnude una realidad casi imperceptible anteriormente y te brinde una visión totalmente nueva. Desafortunadamente, a mi me tocó la más pesada y dolorosa para soportar.
El día había comenzado como cualquier otro, quizás un poco más relajado y sin por mayores avecinandose. Los mismos manejos, los pensamientos recurrentes pero reprimidos en cierto punto, las mismas dudas que te consumen el bocho a medida que pasan las horas y que, momentaneamente, no tienen solución. Las corridas que te mantienen ocupada, por ende, no tenés tiempo para seguir elucubrando sobre lo que cruza por tu mente a cada instante.
Sin embargo, como subís tenés que bajar, y llegado el momento después de un día agitado, se avecina la "calma". Por lo tanto, parás para descansar, para relajar tu cuerpo y tu cabeza con un poco de música tal vez acompañada de un mate y la voz de un amigo. Pero nunca hay una calma reinante que dure más que un suspiro, porque aseguro, que la que antecede la tormenta, es la peor de todas.
Lo vi en su mirada, intentaba gritarme para que no escuchara lo que su boca tenía para decirme, para vomitar. Pero como siempre, no le hice caso y la curiosidad mató al gato. Sólo me dejé llevar y permití que esas palabras perfumaran mis oídos. Un perfume extraño, amargo que sólo podía traer consigo preguntas y más preguntas.

Me enteré de eso que tenía que ver con VOS, que creí que jamás podría pasar, que no existía la más mínima posibilidad para que ocurriese pero " Llegó como vos no lo esperabas, todo un palo, ya lo ves". Y me dejó al balero pensando a mil por hora, en cómo había courrido, en qué estaba pasándote para que te decidieras a eso pero más aún, a qué pasaría entre nosotros después de tantas idas y vueltas.
Me cerré ante las posibles especualciones porque sabía que me lastimarían, aunque esa posición no me duró mucho. Al rato, ya estaba retumbando como eco en mi cabeza esa noticia que me dejó estupefacta. La realidad era esa, no se la podía cambiar, y a mi, sólo me tocaba aceptarla. Pero no podía parar de pensar en como habia pasado, por qué, cuándo... pero lo que más me mató de todo eso, fue saber que en vez de 1 personita en cuestión, ahora te unían dos personitas a Ella y de por vida.
Ya había tenido suficiente con eso, pero el destino se encargó de rematarla, con el PEOR DE TODOS LOS PRESENTIMIENTOS. Esa noche (después de dos días de haber recibido la grata noticia) era en suma, la alcantarilla de toda la bola negativa que había acumulado durante el día. Saturada y sin ánimos, me había entregado al devenir de las situaciones que restaban para las cortas horas antes de dormir.
En un abrir y cerrar de ojos, desprevenida, desprovista de mi coraza que aleja la visibilidad de mis sentimientos más profundos, escuché aquella frase que me hizo pedazos. Me partió en cuantas partes fuera posible sin remedio, me ahogó sin retorno. En ese instante, mi mundo se vino a pique, todo lo que le daba color, simplemente desapareció.
La verdad causó un estruendo terrible que se apoderó de mis oídos hasta que derramó sangre, mucha sangre. Mi cabeza no podía asimilarlo, no quería creerlo. Me encontraba en una especie de trance, atrapada por los miedos que brotaban como picaduras por toda mi piel. No podía controlar a mis pensamientos, a mis sensanciones que gritaban por dentro... y a mi, sólo me quedaba ocultar todo ese estallido para que nadie sospeche de mi dolor. Mi espejo se rompió, se astillo en mil pedazos y solo quedan las ruinas de mi porque ya no me puedo ver reflejada en nada, ya que al escuchar que estás bien en otros brazos, se llevó toda la alegría por la que mi mundo giraba.
ASí como llegó hasta mi, se quedó este dolor insoportable, que de a ratos me desgarra para dejarme sin aire. Nunca creí que la vida se fuera a meter con vos, podría meterse con cualquier otro pero no con vos. Y una vez más, se ocupó de darme donde más me duele, justo con vos.
Desde la primera vez que te ví creí que lo que nos pasaba era especial, y hasta hace poco, lo seguía considerando. Nuestro primer cruce fue con una de esas miradas que nunca te vas a olvidar y ese instante en el que el mundo se desintegra a tu alrededor porque una persona te encandiló. Así me sentí cuando te conocí y ya nunca volvi a ser igual. Por ende, enterarme que despues de tantos años y tantas vueltas, te sentís cómodo en otros brazos, me destrozó. Ando buscándole un sentido a esta vida que no me tira buenas cartas, tratando de olvidar todo lo que vivi con vos, pero no puedo. Se me hace tan difícil, tan eterno, tan doloroso. No hay noche que no me desvele rememorando esa tarde en que me enteré de tu nueva realidad y calmando al llanto que pide por salir, para que nadie me escuche sollozar.
¿entendés que mi mundo se hizo pedazos? Te necesito tanto y te siento tan lejos. No me animo a buscarte, a preguntarte cómo estás con todo lo otro que estás pasando, que aseguro, debe ser un re bondi y conociéndote, me gustaría estar ahí con vos para ser tu soporte emocional. No paro un segundo de pensar en si todo lo que sentiste por mi, está ahí adentro todavía. Cómo reaccionarias si te llamo, qué me dirías, cómo me tratarías. Vos, vos y vos, esa persona que me puede increiblemente, que no me resignaría a perder ni a dejar de tener.

No hay comentarios:

Publicar un comentario