domingo, noviembre 29

la verdad que arde en las venas

A veces, cuando la razón se toma un break de 5 minutos, te arrebata el impulso. Aquel impulso que te lleva a pensar más alla de los condicionamientos a los que normalmente te sometés para no pensar, para esquivar a tu sentir y no caer en ningún tipo de conjetura que te deje mambeado el resto de los días que sobrevienen.
Los recuerdos se ocupan de invadirte, de curtirte más mucho más la piel, de transladarte a viejos instantes y que vos, sólo te veas encerrado entre esas paredes y busques salir. La cuestión se hace carne cuando buscás alguien que te salve, que te rescate de ese encierro en el que estás metido por falta de voluntad, de fuerzas para no permitir sumirte entre tales momentos y que las lágrimas se ocupen de patir. Pero eso no pasa y se va tornando todo más oscuro, vas sintiendo el frío apoderarse del ambiente y vos, te sentís cada vez mas vulnerable, más expuesto, menos prepotente y con menos agallas. Ves que sos vos, sólo vos... y aca no hay más charla con cuatros de copas sino con la posta, con la cruda y cruel verdad, que te hace bajar de una a la realidad que tanto te cuesta asimilar o que la asimilas por demás una y otra vez.
Estás cansado de tanta oscuridad, de tanto frío que va penetrando tus huesos. Te acostumbraste a la oscuridad, una vez más. Tus pupilas se acomodaron y ahora podés ver. Pero, ¿Querías ver? Ya está, es parte de tu organismo.
Ahora vas percibiendo todo, se hace presente cada sentimiento y dentro de esa oscuridad se hacen visibles todas las imágenes que intentas borrar. Las voces de tu conciencia pisan más fuerte, se escuchan, gritan y gritan sin parar. Todas quieren hablar, hacer claro su punto. Tu mente se empieza a saturar, ya no quiere saber más. No quiere escuchar, le arden los oídos, y toda esa verdad se está volviendo carne en cada parte de su cuerpo, expandiéndose.
El viento ruge, y vos, estás parado solo entre tanto desierto, desierto lleno de personas, carentes de amor, enceguecidas por los rencores, las pasiones apagadas, los amores no correspondidos, las heridas sin cicatrizar que se abren y sangran en sus pieles, las personas atadas y reprimidas que jamás van a hacer claro su sentir, que se van a morder los labios y por más gotas de sangre que broten, no va a haber palabra que se escape, suplicando amor. Ya no saben que es el amor, acostumbrados a la furia, a la gloria de un par de orgasmos en un hotel de paso que te dejan satisfecho hasta la proxima parada. Pero no te descuides, que si saben lo que es la variedad.
Vos sentis como pega elviento con su fuerza y te corta la piel. Ya las heridas de afuera no duelen, porque a vos, a vos te sangra todo por dentro. Te quema el latir de tu corazón, sentís como la sangre bombea y van aridendo los venas. Lo diferente, es que a vos te quema por sentir, por no haber callado a las voces del deseo y dejar que te consuman, que te abracen en las noches de soledad.
Entre tanta oscuridad y tanto ardor, tu mente se entrega ya por completo. Estás dispuesto a abrir todas las puertas, porque lo que tenía que fluir, ya te comió por dentro. Entonces, llegaste a la plena conexión con tu mente y tu sentir, están en la misma línea, en sintonía. Las palabras que eran murmurllos, son claras frases. Los recuerdos reprimidos, son nítidas imágenes.
Y estás vos, más curtido que nunca. Te ves sumergido entre las mentiras de los otros para encubrir su sentir, para dejar la vulnerabilidad de lado, para mostrarse fuertes, intransigentes. Vas sintiendo como golpean en tus oídos, como retumban. No podés creer que se haya olvidado de apreciar el amor del bueno, que sólo cuando lo pierda, va a sentir la realidad derrumbarse sobre sus hombros. No podés creer tanta negación a aceptar la pasión inevitable, la química que te hace arder la piel y desear más y más. No podes creer que cuando su mundo se desmorona, vos sos a la que acude para serenar a su caballo desbocado y calmarlo con las palabras dulces de una boca de caramelo.
Más oscuridad sobreviene en tu mente, más claridad cada vez. Vos no podés creer que con tanta prueba irrefutable, sólo se decida a sumergirse en más mentiras contra simismo, para que cuando menos lo espera, una arrebato de locura lo traiga a tus brazos.
Tanta posta te paraliza momentaneamente hasta el punto crucial, en que pasado y presente se unen en una línea temporal. Recordas y revivís los momentos que le daban luz natural a cada instante ya hundidos en un pasado irremontable. Te transladás a un presente a vela, que puede ser encendido o apagado todo según como gire la veleta.
La conclusión se hace carne. Tu presente a vela no te puede salvar de los fantasmas del pasado que reaparecen para arañarte la piel. Tu presente a vela te trae momentos de luz y otros de mucha oscuridad. Y vos, mordés el anzuelo una vez más, toda una ingenua, creyendo que esa vela puede ser luz en añgún momento. Caen en una ensoñacion con plazo de vencimiento, para creer que ese presente a vela puede asumir, algún día las cosas fuertes, increíblemente fuertes, que le pasan con vos.
Pero mientras tanto, sólo volves a la oscuridad, al silencio... que te encuentra acompañado por lamejor de las parejas, la soledad.

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